Hoy abro los ojos a las 4.30 am y hago el primer chequeo general, y no me dolían las piernas, el descanso me había sentado muy bien y había dormido sin complicaciones. Una etapa tan larga como la de hoy (170 kms) inicia desde que uno se levanta.
La intención del Equipo Roes – Selther era escucharnos, tratar de ir en fugas, volantes, o lo que fuera, lo que pudiéramos sacar del bote estaba bien, o al menos intentarlo, en el grupo nadie tiene presión de nada, se hace lo que se puede y eso genera un ambiente muy saludable para todos los días. Además con tanto “galgo” por ahí no se pueden hacer muchos planes.
Iniciamos una salida controlada como de 5 kms, y luego al caer a la calle que se dirige a Jacó iniciaron las hostilidades, y claro nosotros intentamos estar ahí cada vez con un corredor diferente. El primero en abrir el telón fue el panameño Christian Mcnish (Highroller – Trek) pero fue neutralizado rápidamente, luego fue un JPS, luego Vladimir de Roes, luego otro intento donde esta vez estuvo Andrey Quesada de nosotros, después Eduardo Garita… imagínense que por cada nombre que digo de esos intentos venían con 10 corredores más a la rueda, la carrera iba encendida y descontrolada al inicio. Hasta que partió Orlando Quesada del equipo de nosotros y topamos con la suerte de que México puso control al frente del grupo, y Orlando 100 mts adelante, 300 mts.. hasta que después no lo vimos más.. ¡la pegamos!.
Orlando se llevó la meta volante en Tárcoles y al pie del chiquero (caletas) llevaba 1min 30 segundos, lo suficiente para dejarse el premio de montaña si se mantenía al mismo paso y así fue.
Nosotros mientras tanto pensando en quién mandar de nuevo en fuga cuando le llegaran a Orlando, este terreno plano es muy bondadoso para algunos del equipo.
Por mi parte me lancé en Tárcoles según yo para hacer segundo en la volante, pero pequeño detalle, la meta era en la entrada del pueblo de Tárcoles no en el puente !!, me confundí porque toda una vida la volante ha sido ahí en el puente, en las 5 vueltas de la juventud que corrí fueron ahí y yo sin polar un poco perdido (la parte mala de no andar estresado). Quemé cartuchos valiosos, y un ciclista como yo no tiene tantas balas para desperdiciar, así que sufrí mucho en el chiquero de ida y me quedé.
Ya algunos me daban por perdido, pero armamos un grupo de unos 10 ciclistas que estaban en las mismas y llegamos al lote en Esterillos.
Antes de llegar al grupo pasé al carro de asistencia y metí 10 botellas dentro de mi camisa, si 10, una para cada uno del equipo, y llegué al grupo diciendo “Buenas muchachos, andaba haciendo un mandadito allá atrás pero les traje algo” (sin sentido del humor no se pueden correr más de 4 horas).
En fin, en ese momento ya la fuga buena estaba hecha, iban Pablo Vargas (Coronado), Godinez (Pizza Hut), Juan Quirós (Ferretería Lucas), y un poco más atrás Garita (Roes) y Artavia (Citi). México igual a como estuvo todo el día, controlando, hasta que después del retorno de Parrita empezaron a perseguir más en serio hasta que alcanzamos a Garita, Artavia y Quirós, y solo quedaban dos por delante.
Por la altura de Jacó en el kilómetro 135 estaba la última meta volante, y faltaban por disputar el tercer y cuarto puesto. Y vi que era una buena opción para mí, a ver si rescataba el día, porque en una etapa como la de mañana de montaña es difícil sobresalir en algo. Así que cuando vi el rotulo de 1 km a meta me metí en las posiciones delanteras del pelotón, el panameño Mcnish venía a mi rueda, hasta que se encontró a Artavia y decidió quedarse marcándolo. Entonces iba México controlando en el centro, Artavia y Mcnish por la izquierda y yo me tiré a sprintiar por la derecha, y gané el sprint del grupo, un par de puntos que motivan un montón y volví a robar algunos segundos de atención, y no es que sea conformista, es que en realidad es difícil sobresalir en este pelotón.
Luego empezamos a subir el chiquero y ahí inicio la verdadera competencia con los que están disputando la general. De mi parte como siempre, procurando no perder tiempo en exceso, comiendo mucho, hidratándome y pasé en una grupeta de 8 corredores donde venía un mexicano reventado por la volteada del día, del equipo Roes íbamos Salazar, Garita y yo que ya habíamos hecho las labores del día, y Mcnish con unos de su equipo y otros de Coronado.
En el grupo principal iban 30 corredores que llegaron así en la meta, nosotros metimos tres ahí, pero pelear la etapa estaba bien difícil, más bien perdieron como 10 segundos en la llegada.
Para mañana viene una etapa bonita para nosotros, no porque sea fácil, más bien es muy difícil, pero pasa por nuestra casa, por Palmares, y por San Ramón con meta en Zarcero donde siempre entrenamos, y además es una etapa rápida, sin tanto desgaste como hoy. A ver como amanezco, son casi las 9 pm, y ya es hora de apagar.
Saludos.
José Chacón. Equipo Almacenes ROES – Colchones Selther.
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