lunes, 13 de diciembre de 2010

Aldo Sassi



Aldo Sassi es, para muchos seguidores del ciclismo, un perfecto desconocido. Nacido hace 51 años en la localidad italiana de Valmorea, Sassi es una de esas personas que lleva, como nuestro titular indica, la rebeldía por bandera.

Su relación con el ciclismo comenzó hace casi ya tres décadas, cuando colaboró, por petición de su hermano, con el equipo técnico que ayudó a Francesco Moser a batir el récord de la hora en 1984. Años después, pasó a dirigir el equipo Mapei, una de las escuadras más exitosas de los últimos tiempos, creando además el Centro Deportivo Mapei, en el que dirigía la preparación física de sus corredores. Tras la desaparición del equipo italiano, Sassi se dedicó en cuerpo y alma a gestionar su centro, dirigiendo el entrenamiento de un selecto grupo de corredores como Charly Wegelius y Dario Cioni.

Poco después comienza a trabajar con Cadel Evans y en 2008, decide colaborar con el renacido Ivan Basso, una vez dejados atrás sus escarceos con el doping. Pero Sassi no es un tipo corriente. Mientras que otros preparadores se empeñan en crear campeones de laboratorio, Aldo tiene un fuerte compromiso en la lucha anti-dopaje. Obligó a Ivan (al igual que hace con el resto de sus pupilos) a firmar un contrato por el cual se comprometía a permanecer alejado de cualquier problema con el dopaje, permitiendo a Sassi someterle a análisis de manera regular, para medir su hemoglobina y así comprobar que en su preparación no tiene ayuda externa.

En abril de 2010, mientras que Evans y Basso, sus dos alumnos aventajados, ultimaban su puesta a punto para una de las batallas deportivas más intensas de la temporada, el Giro de Italia; Sassi reveló a los medios que él llevaba meses disputando otra batalla. No se trataba de una pugna deportiva, sino de una lucha contra uno de los más terribles enemigos que una persona jamás haya enfrentado. A Aldo se le diagnosticó un tumor cerebral, y los médicos le pronosticaron una esperanza de vida de apenas quince meses. Pero Sassi, como ya habréis descubierto, no es un hombre al uso. “Llevo trabajando con datos estadísticos veinticinco años, pero esta vez no me interesan”, comentó el italiano, que lejos de recluirse, siguió con su día a día. Se sometió a las operaciones y tratamientos pertinentes y continúo haciendo lo que mejor sabe, dirigir la preparación de sus discípulos. Y ellos no le fallaron. Basso se anotó la general por delante del talaverano David Arroyo. Por su parte, Cadel Evans finalizó la corsa rosa en quinta posición, a poco más de tres minutos del varesino.

Para 2011, el reto de Sassi es aún mayor. Tras reconducir la carrera de Basso, se ha propuesto traer de vuelta a Riccardo Riccó, otro enfant terrible del ciclismo, y que ahora dice haberse reformado. La redención de Riccó, supone, a ojos del preparador italiano, dar un paso adelante en la recuperación de la maltrecha credibilidad de este deporte. Riccardo ya se ha sometido a distintas pruebas para medir su capacidad aeróbica y otros parámetros fisiológicos, en función de los cuales se elaborará su entrenamiento.

“Eres mi última oportunidad”, le advirtió Sassi a su nuevo pupilo, consciente de su delicado estado de salud. Esperemos que no sea así, y que el italiano pueda seguir forjando campeones muchos años más.

Fuente: palcodeportivo.com

Nota:
Hoy 13 de diciembre del 2010 muere Aldo Sassi, perdiendo la lucha contra el cancer. Uno de los hombres que mas le ha dejado al ciclismo. Descanza en PAZ Sassi..

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